La consecuencia de la ELA es una debilidad muscular que avanza hasta la parálisis, extendiéndose de unas regiones corporales a otras. Esta enfermedad amenaza la autonomía motora, la comunicación oral, la deglución y la respiración, y avanza de forma que la persona que la sufre necesita cada vez más ayuda para realizar las actividades de la vida diaria, volviéndose más dependiente.
Existen dos tipos de esclerosis lateral amiotrófica en función de la región en la que se presentan los síntomas inicialmente:
- ELA bulbar: la enfermedad comienza afectando primariamente las neuronas motoras localizadas en el tronco del encéfalo. Los primeros síntomas de ELA bulbar suelen ser dificultades para pronunciar las palabras y/o tragar.
- ELA medular o espinal: la ELA de comienzo medular generalmente comienza manifestándose en pérdida de fuerza y debilidad en las extremidades.